Diversas visiones teóricas desarrolladas para el estudio de los sistemas socioculturales, a partir del siglo XIX, se exploran en esta obra. El núcleo central es la doctrina positivista y el enfoque evolucionista. Se trata de la plataforma teórica que da lugar al nacimiento de la antropología misma. Discurren otras teorías en variados contextos: relativismo cultural, funcionalismo, estructuralismo y neoevolucionismo.
Todo el andamiaje de la antropología naciente es un producto palmariamente europeo y decimonónico. Ello explica que el corpus antropológico esté marcado por el etnocentrismo, en su variante eurocéntrica. Además, el siglo XIX es un periodo crucial para el pensamiento social occidental, pues incuba una bifurcación teórico-política de enormes consecuencias: se fraguan, en contraposición y diálogo, las “ciencias sociales” académicas y la tradición marxista.
En el desarrollo de este libro, teoría e historia van de la mano. Se parte de que los fenómenos sociopolíticos y económicos constituyen los vectores que hacen comprensible la conformación de los sistemas teóricos. Así, el vínculo entre pensamiento social y condiciones históricas se explora en periodos claves: la restauración de 1815, las revoluciones de 1848, la revolución industrial, la gran depresión de 1873 y la fase imperialista.
Finalmente, se estudia a los autores que formulan los momentos estelares de cada una de las posiciones incluidas, a saber: Claude-Henri de Saint-Simon, Auguste Comte, Johann Jakob Bachofen, Lewis Henry Morgan y, para culminar, la crítica de la filosofía de la historia de Karl Marx.