Aventuras de El Taquión por el espacio-tiempo combina elementos de la ciencia, el arte y la ficción con el objetivo de divulgar e ilustrar la primera, usando las últimas. Los lectores que se tiene en mente son alumnos y maestros de nivel medio superior y universitario, y público general, en un intento de atraer su atención hacia avances en las ciencias naturales, especialmente física, química, biología, astronomía y cosmología. En otras palabras, el público de Sábados Científicos.
Para estos lectores, las aventuras sucesivas de Tarcicio El Taquión son reminiscentes de las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo. Es apropiado recordar que el autor de estas obras, con el pseudónimo de Lewis Carrol, fue un profesor de matemáticas e incorporó elementos de su propia disciplina en las historias sucesivas, motivado por sus jóvenes sobrinas. Mientras los jóvenes lectores han disfrutado las maravillas de estas historias, quienes han reconocido los elementos matemáticos asociados a ellas, también han encontrado motivos adicionales para maravillarse.
Con estos antecedentes, y concretamente con la cinta de Moebius, la botella de Klein, los grabados de Escher y los dibujos de Kubajoname que Raúl Pérez-Enríquez usa recurrentemente en este libro, procedemos a ilustrar el entrelazamiento de los elementos mencionados en algunos de los capítulos.
El grabado de Escher “Profundidad” presenta un arreglo tridimensional de peces. Mientras Alicia pasa de la sala de su casa a través del espejo al tablero bidimensional de ajedrez, Tarcicio salta de la sala de conferencias a través del proyector de transparencias para sumergirse en la profundidad nadando entre los peces. Ahí se encuentra con Katún, quien lo guía junto con el conferencista y el público a conocer la estructura de la materia -de átomos a electrones y núcleos, y de protones a quarks- en un espacio-tiempo de once dimensiones. La Cromodinámica Cuántica se ilustra al cortar una cinta de Moebius blanca y formar una triada encadenada de cintas de colores rojo, verde y azul, y que representan a los quarks que forman el protón. Una multitud de tales cintas preceden el regreso de El Taquión al salir del proyector, recordando a las barajas que persiguen a Alicia.
El dibujo de Kubajomame que incluye la combinación de un embudo en forma de trompeta conectado con una botella de Klein simboliza el espacio-tiempo curvo asociado con un agujero negro, incluyendo el radio de Schwarzchild en la conexión. En el libro, está acompañado de la imagen de Katún sentado en cuclillas. Tarcicio y el profesor Pedrero son guiados por él al hacer un recorrido por estrellas como el Sol, enanas blancas, supernovas, y un agujero negro en el que los visitantes quedan atrapados. Alicia también queda atrapada en el País de las Maravillas al seguir al Conejo Blanco con reloj de bolsillo bajando por el agujero de su madriguera.
El arreglo de relojes de Kubajoname “Es Tiempo de C” y la frase de Leduc “La sabia virtud de conocer el tiempo” acompañan el relato sobre la forma en que El Taquión y el profesor Pedrero logran escapar del agujero negro con la ayuda de Katún y del profesor Juárez, quien proyecta las transparencias que caen del libro de Stephen Hawking Una historia breve del tiempo: de la Gran Explosión a Agujeros Negros. El Taquión gira con velocidades (de)crecientes hasta alcanzar casi la velocidad de la luz para compensar por la asimetría del espacio-tiempo, y abandonar a tiempo la botella de Klein (Katún).
Se invita a leer y disfrutar cada una de las aventuras de El Taquión; su autor ha combinado de manera original los temas modernos de la ciencia natural con los elementos matemáticos, gráficos y literarios afines respectivos, para integrar esta obra de divulgación amena y accesible a públicos generales y especializados.
Eugenio Ley Koo
IF UNAM, México, D.F.