El libro aborda dos cuestiones que se encuentran estrechamente relacionadas, el grado de crecimiento económico y el de ocupación de la fuerza de trabajo. El primer elemento actúa como determinante del segundo, razón por la que durante los periodos de contracción y de crisis de la economía la población trabajadora, asalariada o no, enfrenta enormes dificultades para obtener los ingresos que se requieren para adquirir los medios de vida imprescindibles.
Las consecuencias de la crisis en términos de desempleo y precarización laboral se analizan tanto a nivel de población desocupada por sexo, como de población desocupada por grado de escolaridad y rango de edad.
Los efectos desencadenados por la crisis de años recientes sobre la población ocupada en la frontera norte de México y, particularmente, los retrocesos ocurridos en las condiciones laborales de la población trabajadora se examinan en relación con ingresos, estabilidad laboral y acceso a la seguridad social.