Estados Unidos y China buscan prevalecer en varios frentes en una guerra multidimensional que involucra al planeta entero. En esa guerra multidimensional Estados Unidos se posiciona mayormente en los frentes militar y alimentario (más sutil), mientras que china pasa a la espectacular contraofensiva en los ámbitos geoeconómico y geofinanciero, cuando el rubro geoenergético lo decidirán básicamente Rusia, la Opep, Canadá y Brasil. En geoeconomía se asienta un empate técnico entre la Unión Europea y el BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
De todo lo anterior el carácter híbrido de la incipiente nueva multipolaridad que se subsume en el G-20 y que comparten el viejo G-7 y el nuevo BRIC. La resolución conjunta de los frentes aludidos (geoestratégico, alimentario, geoenérgetico, geoeconómico y geofinanciero) definirá la supremacía global que ya no podrá ser más unipolar (léase: estadounidense), sino eminentemente multipolar.